Analiza tus ingresos y gastos
Antes de todo, debes calcular cuánto dinero ingresas cada mes y cuánto gastas aproximadamente. Tienes que saber cuánto sale y cuánto entra cada mes.
Si lo registras con frecuencia, te ayudará a conocer tu situación financiera. Hay muchas aplicaciones que te facilitarán el control de los gastos. Después, divide los gastos entre los que son esenciales (como vivienda, alimentación, transporte, etc.) de los que no lo son (actividades de ocio, comidas en restaurantes, caprichos, viajes, etc.)… así identificarás áreas donde puedes reducir gastos y destinar ese dinero al ahorro.
Salda todas las deudas primero
Antes de empezar a ahorrar para adquirir un inmueble, primero debes quitarte los gastos pasivos que te obstaculicen ese esfuerzo: deudas, préstamos o compras a plazos para que ya no debas nada a nadie y puedas dedicar tu dinero al ahorro. Además, puede que deber dinero a entidades bancarias te haga menos apto para conseguir una hipoteca.
Dos cuentas, mejor que una para ahorrar
Es muy recomendable que tengas dos cuentas bancarias, una cuenta corriente (con todos tus gastos) y otra de ahorros. Cuando recibas tu nómina, transfiere parte del dinero a la cuenta de ahorros, así evitarás la tentación de gastar de más y no tendrás la impresión de ‘tener dinero extra disponible’. Con ello, te ceñirás al presupuesto que te hayas establecido para gastar ese mes y no recurrirás a tus ahorros a mitad de mes. Te contamos que cantidad adecuada a transferir a tu cuenta de ahorro.
Aplica la regla del 50/ 30/ 20
Esta regla asigna tu salario a diferentes categorías de forma adecuada:
Asigna el 50% de tu salario a tus gastos esenciales. Esto incluye los pagos recurrentes como alquiler, alimentos, facturas, etc.
Dedica el 30% de tu salario a gastos personales y a ocio. En esta categoría se incluyen los gastos no esenciales: restaurantes, cine, gimnasio, viajes, suscripciones a plataformas de streaming, etc.
Reserva el 20% de tu salario para el ahorro. Transfiere este porcentaje a tu cuenta de ahorros inmediatamente después de recibir tu sueldo.
Haz el reto de las 52 semanas
Este reto trata de que cada semana, durante 52 semanas, se deposite una cantidad específica de dinero en la cuenta de ahorros. Se suele empezar con un depósito pequeño en la primera semana, seguido de incrementos semanales progresivos, que al largo del tiempo acaban sumando una cantidad significativa.
Tú puedes hacerlo con la cantidad que te parezca más adecuado, pero se suele empezar con 1€ la primera semana, la siguiente con 2€ y así sucesivamente hasta la semana 52 que ya serán 52€. Y habremos conseguido ahorrar 1.378 euros.