Beneficios del compostaje doméstico
Mejora la estructura de la tierra para que tus plantas estén más a gusto: haciendo más porosos los suelos, mejorando su ventilación, capacidad de retener agua y asimilación de nutrientes. Si va bien como abono, aún más es un excelente regenerador del suelo.
Se consigue producto de alta calidad, mucho mejor que otros productos comerciales. Al ser un producto natural, evitamos tener que utilizar productos químicos, contaminantes y a la larga perjudiciales.Reduce de una forma significativa la cantidad de residuos que van a parar a vertederos, porque ya no se habrán de desintegrar estos residuos.
Produce un importante ahorro en la gestión municipal, al reducir los costes de transporte y tratamiento de residuos. Que, al mismo tiempo, se minimizan los vertidos y quemas incontroladas.
¿Cómo comenzar con el compostaje en casa?
Antes de empezar hay que pensar cómo vas a almacenar los residuos orgánicos. Puedes hacerlo con compostadores o compostaje “en montón”. El primero es mucho más cómodo porque el recipiente puede cerrarse. El tamaño dependerá de nuestra producción de desechos y de la extensión de nuestro espacio.
Para ubicarlo, busca una zona de tu hogar que esté protegida del frío, del viento o de los cambios bruscos de temperatura y que tenga una temperatura agradable o templada. La temperatura óptima del compost está entre los 65 y 70 ºC.
Días antes almacena restos vegetales de tu rincón verde y restos de comida. Deberemos comenzar con un montón de unos 50 cm mínimo, pero cuanto más grande mejor, más abono.
Los restos vegetales los trituraremos o cortaremos. Cuanto más pequeños sean antes se descompondrán y menos tardará este proceso.
Para empezar tu compost, llena el recipiente con una capa seca y leñosa, como estiércol para que actúe de levadura y sea la base.
Ahora, añade restos orgánicos. Y procede alternando capas de materiales secos con residuos húmedos. Si no entierras bien entre estos materiales secos tu compost no atraerá a insectos. Para eso, puedes usar hierba cortada, hojas secas, restos de cosechas y paja. Intentaremos que la cantidad de materiales frescos sea el doble que los secos. Así garantizamos una correcta relación oxígeno y humedad suficiente.
Cuando hayas llenado más de la mitad del compostado ya puedes remover todos los restos en descomposición.
Ve regándolo de vez en cuando, si ves que está muy seco claro. Ten en cuenta que debe estar húmedo y no empapado.
Tápalo para evitar pérdidas de temperatura y de humedad.Seguiremos agregando materiales según los vayamos generando, intentando guardar las proporciones de dos partes de frescos por una de secos.